Llevaba ya tiempo notándolo. También leyendo sobre ello, conociendo cómo se usa en las empresas…pero hasta que no ves claramente lo que ocurre, quieres cerrar los ojos a la realidad.
El Big Data o lo que es lo mismo, el uso mayúsculo de nuestros datos que existen por internet para manejarnos en función del rastro que vamos dejando por la red, es una sombra que está ahí y del que debemos ser conscientes para usarlo en nuestro beneficio y como un elemento más en educar en la era digital.
El día que intercambié varios correos sobre los viajes que debía hacer en el mes de noviembre y vi al entrar en la página de Iberia como vuelo sugerido, PRECISAMENTE EL DESTINO al que debía ir….los pelos se me pusieron de punta.
Y no os digo nada con los dichosos algoritmos de Facebook e Instagram, que “penalizan” si no compartes mucho contenido y si no “compras” las promociones (doy fe).
Así que varios artículos de María Zabala, me han ayudado a ponerle racionalidad a lo que últimamente se ha convertido en una relación amor-odio. Por un lado quiero hacer desconexión digital y no saber nada (lo he conseguido fines de semana y a partir de determinada hora por las tardes. Voy por rachas, o entro mucho o nada). Y por otro lado quiero hacer seguimiento y hablar continuamente con mis hijos, sobre todo con ella, que veo que a una velocidad que se me escapa, comienza a estar introducida en este mundo con esa inocencia que caracteriza a la edad.
El otro día en la cena aproveché para hablar de un artículo de María sobre las noticias tecnológicas con ellos:
-“¿Sabéis que es lo de dejar rastro por internet?”
David- “Sí mamá, es como cuando vas a un lugar que te gusta mucho del campo…y vas dejando tus huellas, ¿verdad?”
No me pudo gustar más el símil que hizo…y claro, ya dio pie a hablar del artículo de arriba a abajo, sobre todo con ella, que es la que más usa la tecnología a día de hoy.
Así que rememorando el capítulo del libro en el que hablo de la tecnología (el último de todos) que ha venido para quedarse y siguiendo los consejos de María que me parecen muy útiles, yo voy a poner el foco en:
Y no penséis que es una pregunta muy profunda, en absoluto. Quizás no respondan a la pregunta pero les hace falta pensar “para qué hacen lo que hacen” para no convertirse en Borreguitos. Hay que hacerles pensar, darles vueltas a las cosas, así que no es tan importante la respuesta como lo que consigue la pregunta. Y si no contestan, no os preocupéis, están pensando….
“¿Qué es lo que más gracia te hace de Andrea Compton?” (una de las youtubers que le encanta a mi hija) y aquí no vale poner ESA cara (sí, esa que ponemos los padres ante sus cosas), hay que poner cara de auténtico interés. Sí, cuesta, pero interesarnos en sus intereses es la clave de que la comunicación sea efectiva.
Y vosotros, ¿cómo hacéis?
Hasta la próxima 🙂
Puedes escucharlo aquí:
p.d1: YA MI PRIMER LIBRO A LA VENTA donde trato estos temas y mucho más, información aquí: http://www.esferalibros.com/libro/no-seas-la-agenda-de-tus-hijos/
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1 Comment
No veas como te entiendo Noelia. Hace unas semanas yo también hablaba de los youtubers en mi blog y la admiración que siente mi hijo por ellos (con todas las dudas que eso me genera a mí).
Los consejos que comentas son muy interesantes. Hablar es muy importante y por supuesto sin ESA cara, ahí has dado en el clavo. Cuando nos hablan es muy importante conectar con el sentimiento que está detrás de lo que nos cuentan. Identificar y aceptar ese sentimiento es fundamental para que tengan confianza con nosotros y podamos hablar de este tema y de muchos más.
Muchas gracias Noelia!