Publiqué hace unas semanas en Instagram una frase de Michel Fize sobre la adolescencia: “Los adolescentes felices son como los pueblos felices, no tienen historia”– refiriéndome a que nos han asustado tanto con la etapa que todo lo que encontramos los padres para reflexionar sobre ella se centra en los problemas.
Los problemas nos los sabemos y parece que los estamos “esperando” que aparezcan en nuestro hijo: “¿está rebelde? ¿contestón? ¿parece otro?…no si ya lo sabía yo…”.
Ya nos han advertido antes de lo duro que va a ser por lo que ya “estamos preparados” a confirmar lo que vemos con lo que hemos leído y nos han precavido. Cuidado con la profecía autocumplida.
Lo bueno y gran noticia, EN REALIDAD NO ES PARA TANTO.
Y no, no me he puesto graciosa ni quiero quitarle importancia. Por supuesto que hay cambios, ¡es la etapa de los cambios!
El cerebro está cambiando y aparecen necesidades nuevas: independencia, sociabilidad, identidad, autonomía….y todo ello, preferiblemente sin nosotros. Todo normal.
A esto hay que añadirle quizás lo que más miedo nos da es que no son capaces de razonar y tener pensamientos más lógicos: es decir se comportan muchas veces como los niños de dos que hablábamos hace un par de semanas (aquí), pero para eso ya conté qué se podía hacer ;).
Así que quitando esa parte que es la que más nos tenemos nosotros que trabajar, es importante “cómo estamos nosotros”, las oportunidades de esta etapa son muchas y a mi me parecen estupendas.
Acompañarles a que su mente haga 3 cosas muy importantes:
En casa viviendo con un adolescente tenemos todas estas oportunidades de vivir con ellos y no solo para ellos, sino para nosotros mismos.
¿Cuál os preocupa más?
¿Os gustaría que reflexionáramos con alguna antes que otra?
¿Os parece complicado?
¿Compartimos?
Animaos en los comentarios, en las redes…soy todo oídos.
Si compartimos, aprendemos todos.
Hasta la próxima. 🙂
Podéis escucharlo aquí:
p.d: las personas que estáis suscritas al blog y hayáis recibido este artículo vía mail no olvidéis revisar la Política de Privacidad.
p.d1: MI LIBRO donde trato estos temas y mucho más, información aquí: http://www.esferalibros.com/libro/no-seas-la-agenda-de-tus-hijos/
p.d2: ¿Quieres recibir los artículos por WhatsApp? Envíame tu número (con el país desde donde escribes) al mail noelia.lopezcheda@gmail.com y podrás tenerlos todos los jueves. Debes autorizarme por escrito a incluir tu teléfono en mi agenda para agregarte a la lista de distribución. Tu teléfono se usará solo para entrar en la lista de distribución de los artículos. Importante el prefijo internacional, ¡gracias!
6 Comments
Las 3 son importantes, pero yo me quedaría con la 2, aprender a sentir mejor,. Está le ayudará a entender y aceptar, tanto lo suyo como la de los demás. Nuestros pensamientos, sentimientos y actos están enlazados. Un abrazo
Definitivamente los 3 son importantes. Yo diría que fortaleciendo las dos primeras se llega más fácilmente a la #3. Me preocupa en mi hijo su pensamiento crítico para tomar decisiones adecuadas. En esta etapa es dónde hacen amistades más fácilmente, pero también caen en la admiración total de sus amigos y a veces no ven los errores que están cometiendo. Hacer las cosas que los amigos hacen o porque mis amigos lo hacen, no siempre es lo correcto, ni lo mejor. Los muchachos son demasiado «influenciables» tanto de cosas buenas como de cosas malas. Yo entiendo que la adolescencia trae cambios y ganas de conocer, aprender, vivir nuevas experiencias con amigos, y está bien.
Pero siempre viene la preocupación de que no todos tienen buenas intenciones. Por eso mi preocupación en fortalecer su pensamiento crítico y sus sentimientos para que pueda tomar mejores y sabias decisiones para su vida.
Aunque las tres son importantes, para mi hacerle ver la necesidad de un pensamiento critico y de poder manejar sus emociones es fundamental. para no dejarse influir y que sean ellos mismos. Si manejan estas bien podran poco a poco manejar su libertad de manera adecuada.
Sí, creo que el pensamiento crítico es una de las más importantes. Hablaremos de él porque la influencia externa, las redes sociales, el impacto de la comunicación que viene por todos lados no nos deja pensar, meditar y decidir qué es lo mejor para cada uno. Gracias por tu comentario María. 🙂
Noelia gracias por lo que compartes. Hoy conversaba con mi esposo que me llamaba la atención que la escuela de mi hija como motivación a los niños que salen en cuadro de honor y Dean List les hacen pizza party, los dejan ir de ropa de color y les reducen ese dia la hora de salida de clases. En lo personal veo con preocupación que los niños no comprendan cual es su deber como estudiante (estudiar dando el mejor esfuerzo aunque a veces no logren llegar al cuadro de honor). No se si exagero pero me parece que luego estas generaciones al salir al area laboral siguen juscando estos motivadores y al no encontrarlos se vuelven personas poco estables en sus trabajos. ¿Qué opinas? ¿Es necesario invertir tanto para “premiar” a los que sacan buenas notas?
En mi opinión, más que el resultado que puede ser relativo…hay que premiar el esfuerzo. Mientras ellos no aprendan a automotivarse, premiar su esfuerzo es muy bueno. Así poco a poco evitarán buscar “fuera” la recompensa que de todas maneras también está muy bien de vez en cuando. Muchas gracias por tu comentario Montserrat